Gustavo Roldán, jefe técnico del equipo nacional, cuenta las expectativas que tiene en sus dirigidos tras una muy buena preparación y ofrece un detallado análisis de cada uno y sus posibilidades.
Gustavo Roldán, Head Coach de la Selección Argentina de Natación, lidera el equipo de entrenadores Argentinos en Budapest, integrado por Mónica Gherardi y Federico Rossi.
La aventura argentina en el Mundial de Natación de Budapest comienza mañana para los nadadores de pileta, que tendrán su primera jornada de competencia en el gran torneo de los deportes acuáticos. Con las actuaciones en las series del santafesino Santiago Grassi en los 50 metros mariposa, del porteño Martín Naidich en los 400 metros libres y de la cordobesa Virginia Bardach en los 200 metros combinados llegará el debut del Seleccionado Nacional que también integran las cordobesas Macarena Ceballos y Andrea Berrino y el santafesino Federico Grabich, primer argentino medallista mundial en piscina olímpica.
El sueño que para los seis nadadores comienza mañana en tierras húngaras estará supervisado por Gustavo Roldán, Head Coach del Seleccionado, y los entrenadores Mónica Gherardi (desde hace 17 años, encargada de la preparación de Grabich) y Federico Rossi (conductor personal de Berrino).
Desde la autoridad que le confiere ser el principal conductor de este Seleccionado, Roldán ofrece un detallado análisis de cada uno de los seis nadadores argentinos que buscarán brillar y mostrar su mejor actuación desde mañana en Budapest. Y decide comenzar con Grabich, que hace dos años sorprendió al mundo y emocionó al país con su bronce en los durísimos 100 metros libres en el Mundial de Kazán. “Federico llega a este Mundial muy maduro y seguro de sí mismo. Quizás en los Juegos Olímpicos del año pasado sintió algo de presión, pero esa es una etapa que ya cerró. Sabe cómo desenvolverse en un Mundial, ya vimos cómo lo hizo en Kazán. No deberían perderlo de vista”, describe el entrenador.
“Santiago (Grassi) viene de su adaptación a la Universidad y el trabajo en Estados Unidos. Allá está siendo muy bien conducido. Volvió a hacer récord argentino en los 50 metros mariposa y llega a Budapest desde un piso mucho más alto que el que tenía hace dos años. Está en condiciones de correr en su mejor nivel”, destaca Roldán.
Antes de referirse a las chicas, el jefe técnico del Seleccionado Nacional analiza al porteño Martín Naidich, quien “viene de un entrenamiento muy sólido, que le permitió correr muy bien y en sus mejores marcas, tanto en el último Argentino como en Santa Clara. Demostró que está en su mejor condición y puede tener una buena performance”.
La rama femenina de la Selección que viajó a Budapest, por su parte, le genera grandes expectativas al conductor de la natación del Club Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester. Con él, desde hace más de dos años, se entrena Bardach, de quien destaca que, “aunque quizás no tuvo su mejor debut en los Juegos Olímpicos de Río, ahora ha mejorado su performance y llega tras un entrenamiento muy fuerte”. Respecto de Ceballos, también discípula suya y la única que llega sin antecedentes de Mundial en pileta larga ni Juego Olímpico, resalta: “Desde agosto del año pasado viene trabajando para este Mundial. En los últimos seis torneos ha mejorado su nivel progresivamente; en Santa Clara, ganó su prueba y quedó a dos centésimas de su récord argentino. Fue el broche de oro”.
A Berrino, la única que no se prepara bajo sus órdenes, también le augura un buen torneo. “Andrea no llegó a clasificarse a Río 2016, pero eso le permitió reforzar su preparación para Budapest. Entrenó muy bien en el campus en la altura de La Loma y Bill (Sweetenham) resaltó mucho su trabajo. Ya demostró que es una nadadora joven y de jerarquía”, detalló el Head Coach en diálogo con el Hall de Honor de la Natación Argentina, que instituyó el Premio Heracles hace ocho años para reconocer, difundir y promover a aquellos nadadores que han establecido nuevos récords nacionales.
A nivel general, a Roldán no le interesa hacer ninguna predicción. “No me gusta hacer futurología: no quiero quemar al equipo y, además, no tengo certezas –reflexiona-. La Selección va muy bien preparada, tanto mental como físicamente, pero lo cierto es que para tener posibilidades de medalla es necesario estar rankeado entre los diez mejores del mundo. Así y todo, Federico (Grabich) no llegaba como favorito a Kazán y fue bronce en la prueba quizás más competitiva del Mundial, así que las expectativas están y las tenemos”.