El nadador neuquino, que había conquistado una plusmarca junior el fin de semana en el Maria Lenk en Brasil, ayer volvió a quebrar ese registro en los 100 metros espalda en dos oportunidades: en la eliminatoria estableció 56.01 y en la final cristalizó 55.85, el nuevo mejor tiempo de la categoría.
Río de Janeiro, evidentemente, fue la inspiración que el nadador argentino Agustín Hernández necesitaba para explotar en este 2018. Luego de su semana de competición allí, en el María Lenk donde sembró un récord nacional junior y clasificación al Sudamericano, el neuquino se lució ayer en el Campeonato Argentino Open de Natación que se realiza en el CeNARD y volvió a quebrar esa misma marca -los 100 metros espalda- por partida doble, tanto en la eliminatoria como en la final.
“Me alegra haber podido estar tan cerca de los 55 segundos”, le había contado Hernández el pasado domingo al Hall de Honor de la Natación Argentina, casi como un visionario que sabía lo que llegaría apenas cuatro días más tarde. Es que ayer, el representante del club Alta Barda de Neuquén se acercó aún más a ese tiempo buscado durante la mañana -en la eliminatoria, con un registro de 56.01, apenas detrás del 55.88 del enorme Federico Grabich- y, por la tarde, ya directamente se sumergió en él, cuando alcanzó un valiosísimo tiempo de 55.85 que mejora su marca de cara al Sudamericano en Trujillo, Perú. Claro que la alegría por bajar el tiempo en la prueba de los 100 metros espalda, objetivo tan anhelado luego de duros esfuerzos, no es lo único que el neuquino tiene que celebrar: con su actuación de ayer, Hernández rompió su propio récord nacional junior -establecido el domingo, de 56.05- dos veces en el mismo día, casi en una declaración de superación y desafío hacia sí mismo. La nueva plusmarca, así, vuelve a convertirlo en firme candidato a recibir el Premio Heracles del año próximo e ingresar al Hall de Honor de la Natación Argentina, asociación civil constituida para promover la natación que premia, reconoce y difunde a los nadadores que quiebran récords argentinos preexistentes.
Este año, por su parte, el nadador será premiado en la edición actual por su récord conquistado en 2017: el 10 de mayo del año pasado, Hernández había conquistado el mejor tiempo entre sus pares argentinos con un registro de 56.17, que perduró en la cumbre junior hasta el domingo pasado tras su actuación en el certamen Maria Lenk de Brasil.
El pupilo de Sebastián Rearte también fue el mejor en las finales de los 200 metros espalda, prueba que lo estrenó el miércoles en el torneo que reúne a los mejores nadadores argentinos en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí, el neuquino lideró con un tiempo de 2.03.18 (en la eliminatoria había registrado 2.08.69), que superó las marcas de Santiago Bergliaffa, representante del Club Municipalidad de Córdoba (2.04.61), y de Nicolás Greco, de Quilmes (2.06.74), quienes culminaron en segunda y tercera colocación.
“Vamos a ver cómo me siento en el Argentino. Ahora sólo tengo en mente descargar un poco, pero la verdad es que estaría bueno mejorar lo que hice en Río”, había contado el neuquino Hernández el domingo, apenas pisó suelo porteño y concentró sus fuerzas en el certamen que hoy lo hace brillar en el CeNARD. Es factible que hoy, con esa sed de crecer que lo caracteriza, ya esté buscando estrategias para mejorar lo que recién ayer lo hizo destacarse entre sus pares.