El nuevo dueto argentino toma la posta de las mellizas Sánchez y debuta mañana en el Mundial de Budapest


Camila Arregui y Trinidad López Brasesco, juntas desde octubre de 2016, tendrán su prueba de fuego en el certamen en Hungría, su primer gran torneo internacional como pareja de competencia de nado sincronizado. Mañana tendrán la primera prueba juntas: el dúo técnico. Más temprano, por la mañana húngara, Arregui debutará en el solo técnico y el martes competirán juntas en el dueto libre.

Las rosarinas Camila Arregui y Trinidad López Brasesco competirán representando a la Argentina en el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos en Budapest.

Luego de despedirse de Río 2016 y tras una brillante trayectoria de 18 años que incluyó la primera clasificación de Argentina a los Juegos Olímpicos, las mellizas Sánchez se despidieron del nado sincronizado. Mañana será el turno de sus sucesoras de aventurarse en su primer gran torneo internacional: el Mundial de Natación de Budapest. Allí, el nuevo dueto argentino de nado sincronizado que integran Camila Arregui y Trinidad López Brasesco se probará por primera vez ante la elite de la disciplina, siempre acompañadas por la histórica entrenadora Mónica López.
Cami y Trini –así se llaman entre ellas- tienen 22 y 16 años, respectivamente. Y Mónica López, de sobrada experiencia en nado sincronizado y nueve años a cargo de Etel y Sofía Sánchez, asegura que, si bien la primera aporta mucha técnica, a la segunda le sobra fuerza. Las dos, al igual que sus predecesoras, nacieron en Rosario y se formaron y entrenan en el club Gimnasia y Esgrima de Rosario. Camila entró a la Selección cuando tenía la edad que hoy tiene Trinidad, quien por su parte ingresó a la elite albiceleste el año pasado.
“Para las dos será nuestro primer Mundial. Estoy muy ansiosa y emocionada por competir en un torneo tan grande. Ojalá pueda estar centrada para poder dar lo mejor y dejar a Argentina bien parada. Este es un deporte muy complejo porque concentra varias disciplinas: natación, danza, gimnasia y música. La clave en este deporte es mostrarse seguras en la rutina y dar la máxima energía, sin intentar hacer nada raro ni nuevo”, detalla Camila, en diálogo con el Hall de Honor de la Natación Argentina, que instituyó el Premio Heracles hace ocho años para reconocer, premiar, difundir y promover a aquellos nadadores que han establecido nuevos récords nacionales.
Y Trinidad se suma. “Los nervios siempre están porque es un torneo súper importante y nos da mucho orgullo estar ahí. Después de toda la historia que vienen haciendo las Melli, sentimos mucha responsabilidad al representar a Argentina y queremos hacerlo de la mejor manera posible. Nuestro objetivo en Budapest es, en primer lugar, que los jueces nos conozcan y también medirnos y ver nuestro nivel respecto a los demás países, porque siempre después de los Juegos Olímpicos hay mucho recambio”, reflexiona la más pequeña del dueto, que este año cumple una década con el deporte.
Su entrenadora Mónica hace un análisis más específico, pensando en un plan a largo plazo. “Nuestra meta para este ciclo es clasificar a Tokio 2020 y en Budapest, finalizar entre los mejores 20. También apostamos a vencer a nuestros rivales directos, como Eslovaquia, Hungría, Israel, Gran Bretaña o Alemania”, asegura la coach, que en Hungría estará acompañada por Irina Rodríguez Álvarez, la colaboradora española que participa en la preparación de la Selección Argentina desde 2014.
En octubre del año pasado, en el Argentina Synchro Open 2016, las chicas debutaron juntas como dueto. Ya se conocían de antes, igualmente, porque Camila es la mejor amiga de Florencia, una de las hermanas de Trinidad. Este año sumaron rodaje en los Abiertos de Alemania y Francia, donde compitieron en marzo, y hace unas semanas volvieron del Synchro America Open, en Estados Unidos, con una medalla de bronce conquistada en la prueba por equipos. Cuentan que se llevan bien, adentro y afuera del agua. Camila dice que, cuando hace falta, le transmite algo de su experiencia a Trinidad, pero que ella a su vez le aporta su frescura y sus ganas. Vienen entrenando entre siete y ocho horas por día para brillar en Budapest. Mañana, temprano en Hungría, Camila debuta en el solo técnico y, por la tarde, será la primera prueba juntas: el dúo técnico. El dueto libre, la otra modalidad en que se presentarán, será el martes. Quizás, no sea casualidad que la aventura de Camila y Trinidad en Budapest, donde cristalizarán el nuevo dueto argentino que sucede a las Melli Sánchez, termine cerca del Día del Amigo. La confianza, sustancial en el nado sincronizado, es la base para empezar a soñar.

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