Aguas Abiertas: En el Día de la Mujer, Pilar Geijo buscará cruzar el Río de la Plata a nado


Pilar Geijo, tetracampeona mundial del circuito de aguas abiertas, buscará dejar su huella este Día Internacional de la Mujer con un desafío de los grandes: cruzar el Río de la Plata, desde Colonia hasta Punta Lara, y bajar el récord vigente de la prueba, de 12 horas y 6 minutos.

Pilar Geijo en su preparación de doble turno para el Cruce del Río de la Plata, en la pileta olímpica del Parque Sarmiento, en Buenos Aires.

Que hoy es un día importante para las mujeres argentinas es más que obvio, en medio de estos tiempos revolucionados por la lucha femenina en pro de igualdad de derechos y oportunidades. Y entre las luchas cotidianas de muchas mujeres que hoy se resignifican en su día se encuentra la de la destacada nadadora argentina Pilar Geijo, quien justamente buscará cumplir un objetivo personal en el Día Internacional de la Mujer: la cuatro veces campeona mundial de aguas abiertas se lanzará a cruzar el Río de la Plata, desde Colonia hasta Punta Lara, e intentar culminar el recorrido de 42 kilómetros en menos de 12 horas, para marcar un nuevo récord del épico cruce.

“Si bien no estuvo pautado hacer el cruce el Día de la Mujer, no creo tampoco que haya sido una casualidad que se terminara dando en esta fecha porque siempre me comprometí con la pelea por la igualdad entre la mujer y el varón -reflexiona la nadadora porteña-. En ese sentido, me hace completamente feliz ir por mi desafío este día. Soy una gran luchadora y siempre he batallado por conseguir un perfil de mujer que es el que más me gusta: una mujer independiente, autosuficiente, que se genere sus propios medios, que se pueda desarrollar intelectual y socialmente, dueña de sus propias ideas y de su economía. Esa es la mujer que siempre me gustó y que siempre quise ser, así que nadar mañana es súper motivador para mí”.

Para la deportista de 33 años el cruce en sí mismo es un desafío, que además le ofrece la posibilidad de concluir la prueba en Buenos Aires y de tener un final rodeada de gente querida, una postal no habitual en medio del calendario de competencias al que está acostumbrada. En ese contexto, intentar quebrar el récord vigente es una motivación extra para Geijo, quien buscará quebrar la marca de Noelia Petti, quien hace cuatro años nadó la misma distancia en un tiempo de 12 horas y 6 minutos. El tercer condimento especial para la representante de River Plate lo aporta la modalidad de este desafío: para ella, será la primera vez que deberá nadar sola durante toda la competencia, sin los clásicos rivales que enfrenta en las pruebas tradicionales.

“Es rara la sensación. Nunca nadé sin competir. En algún punto, la tranquilidad que tengo es muchísimo mayor, porque al hecho de sólo nadar no le veo mucha complejidad… Acá no tendré que hacer piques ni estar pendiente de mis competidores. Y, en ese sentido, todo eso te da temor, porque, justamente, la motivación parte de que se trata de una competencia. Veremos cómo se da, la realidad es que estoy muy confiada y tranquila”, explica la nadadora, que finalizó quinta en la reciente Santa Fe-Coronda, con un registro de 7h58m43s55, tras los 57 kilómetros de recorrido en los que resultó vencedora Cecilia Biagioli.

A horas de su nuevo gran desafío, Pilar Geijo en Uruguay, en la cuenta regresiva para su nuevo sueño: 42 kilómetros de nado para unir las costas de Colonia y Punta Lara.

“Lo más difícil de manejar es el aburrimiento. Nadar 12 horas es un montón… Por eso es fundamental, en nuestro deporte, que te guste lo que hacés: es muy difícil sostener algo durante 12 horas si no te gusta. La idea de unir dos países, algo que nunca hice, me entusiasma un montón, más allá de que yo también tomo la natación como mi trabajo, porque efectivamente lo es. Creo que la clave para este tipo de pruebas es que te diviertas”, resume la deportista argentina, antes de expresar su alegría por el cruce exitoso que su compañero de entrenamiento, Damián Blaum, realizó hace unas semanas con idéntico recorrido.

Como antecedente de sus carreras más extensas, Geijo recuerda su buen paso por la mítica Hernandarias-Paraná, la carrera más larga del mundo, de 88 kilómetros de recorrido. “Aquella competencia la gané seis años seguidos, un récord que nadie más logró”, revela, con alegría, la nadadora de 33 años, en diálogo con el Hall de Honor de la Natación Argentina, asociación civil constituida para promover la natación que premia, reconoce y difunde a los nadadores que quiebran récords argentinos preexistentes.

La peculiaridad de la natación en estas pruebas de largo aliento es difícil de explicar para sus exponentes y, sin dudas, un gran misterio para los que intentan comprenderla desde afuera del agua. ¿Cómo es posible sostener un esfuerzo físico y mental durante tanto tiempo? “Cuando te sentís bien es mucho más fácil todo. El tema es cuando no te van saliendo las cosas… Aunque, justamente, de eso se trata: incluso en las carreras que he ganado he tenido pensamientos negativos. Hay un momento de la competencia en que todo pareciera ser una conversación con uno mismo. A lo largo de tantos años me han pasado cosas muy diversas… Recuerdo haber nadado llorando y me ha pasado también de recordar cosas, en pleno nado, que no recordaba hacía años. También hay un momento, y sobre esto hemos hablado con mis compañeros, en el que entrás en un estado indescriptible, una especie de trance del que luego no recordás nada y en el cual el tiempo se pasa muy rápido. Son experiencias que solamente comprendemos quienes hemos pasado por esto”, describe Geijo, con la simpatía que la caracteriza.

Gracias al apoyo de sus sponsors, en especial Weber Saint Gobain, la nadadora nacida en Boedo le dará a su cruce un significado solidario y no sólo deportivo. Por iniciativa de ella misma, la empresa que la acompaña se comprometió a mejorar la infraestructura del club Monasterio, del barrio homónimo de La Plata, justamente el lugar de la llegada. De esas huellas, las deportivas y las que dejan algo en los demás, hablaba Geijo cuando definía el perfil de mujer que la inspira. Quizás sin darse cuenta de que su propio camino, forjado a base de esfuerzo y voluntad, ha de ser la inspiración para el que muchas otras mujeres se animan a emprender.

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