Archivo por días: 19 agosto, 2017


Natación para bebés: Al agua, con mamá y papá

Como homenaje a los niños en su día, nos adentramos en una actividad que une a padres y pequeños con beneficios que van desde la salud hasta el compartir un momento juntos: la natación para bebés. Graciela Areces, una especialista en la temática, nos fascina con detalles de esta enriquecedora experiencia para disfrutar en familia.

Uno de los grupos protagonistas de las clases de matronatación en el Centro de Natación Infantil.

“Lo pasé tan bien como mamá, nadando con mis propios hijos cuando eran bebés, y también como profe, acompañando a otros padres a relacionarse con sus bebés en el agua, que me gusta que se conozca esta actividad. Es una experiencia muy relajada, donde lo más importante es que el bebé disfrute junto a su mamá o su papá”. Las palabras, que entusiasman por demás a aquellos amantes de la natación que tienen hijos pequeños, le pertenecen a Graciela Areces, coordinadora del Centro de Natación Infantil, una institución dedicada especialmente al dictado de clases de natación para bebés y niños pequeños con más de 20 años de trayectoria.

Aunque seguramente en los últimos años más de uno ha escuchado en boca de algún papá o mamá amigo acerca de esto, la natación para bebés –que seguramente muchos conocen como matronatación- es en realidad una actividad que ya tiene bastante historia, sobre todo en aquellos países cuyas características geográficas y climáticas invitan a disfrutar del agua todo el año. “Acá en Argentina quizás se trate de algo más novedoso, pero en realidad la actividad es bastante antigua. Hay diferentes corrientes y, entre ellas, la primera nació ligada a la supervivencia: se trataba de conseguir que, en caso de que el bebé se cayera al agua, pudiese adoptar la posición dorsal y respirar. Nosotros no seguimos esa corriente para no exponer al niño a una situación traumática, sino que tenemos otra meta: estimular sus reflejos acuáticos para que pueda aprender más fácilmente a nadar. Cuando un bebé aprende no es tan consciente ni tiene miedos y, al comenzar de pequeño, a los tres años ya puede tener cierta independencia en el agua”, resalta Areces, quien además es profesora de Educación Física, licenciada en Nutrición y guardavidas.

Areces cuenta que en el Centro de Natación Infantil –ubicado en el barrio porteño de Villa Devoto y que dirige el profesor de Educación Física Alejandro Mugerli- hay quienes continúan nadando tras haber sido bebés y alumnos de las clases especialmente diseñadas para ellos y sus papás. En esos casos, en los que comparten pileta con otros niños que quizás no nadaron desde la primera infancia, la diferencia es notoria: los que comenzaron a familiarizarse con el agua siendo bebés son mucho más económicos en sus movimientos y avanzan con menor resistencia en el agua.

Graciela Areces, coordinadora del Centro de Natación Infantil.

Las clases de natación para bebés están dirigidas exclusivamente a niños a partir de los cuatro meses y requieren de la autorización del pediatra, además de la compañía de un adulto. En el caso de este Centro, la pileta está diseñada especialmente para la adaptación de los infantes al entorno acuático: un escalón de 20 centímetros permite que el bebé, por su propia cuenta, pueda tirarse solito a la pileta y no tenga que lidiar con espacios incómodos para sus dimensiones durante el aprendizaje.

En tiempos en los que las infancias aparecen atraídas por smartphones, tablets y pantallas en 3D, la actividad física provee de muchas herramientas para el bienestar físico y mental. Se trata, sin dudas, de otro argumento para acercar desde pequeños a los niños a un deporte que les abre las puertas desde los primeros meses de vida. “Es importante que nuestros hijos se empiecen a mover desde chicos, en estos tiempos de tanto sedentarismo, ya que el cuerpo se habitúa a la actividad”, destaca la Coordinadora de la carrera de Nutrición de la Universidad Nacional de La Matanza.

La natación, además, es reconocida por especialistas como el deporte quizás más completo para trabajar y poner en movimiento nuestro cuerpo. “Se trata de una actividad en la que trabajan todos los grupos musculares, más aún si se dominan todos los estilos. Deportes como el ciclismo o el running trabajan más que nada las piernas y, en ese sentido, no son tan completos”, evidencia la especialista en diálogo con el Hall de Honor de la Natación Argentina.

Pero ojo. Aunque se trata de un deporte, el hecho de que involucre niños debe ponernos alerta a los adultos y alejarnos de los deseos de competencia –nuestros o de los pequeños- para acercarnos a experiencias enriquecedoras como las del juego. Ya habrá tiempo, más adelante, para entusiasmarnos con la intensidad de los entrenamientos y los ritmos de las competiciones. “La competencia y el juego son cosas que están, a mi entender, muy separadas. Cualquiera que se acerque a nuestras clases, verá que los niños aprenden jugando. Eso es súper interesante. La Educación Física se originó de una rama militar y, por eso, venimos de formaciones vinculadas a escuelas de aprendizaje rígidas y competitivas. Ahora se trabaja más desde la autosuperación y los juegos colectivos y no desde la competencia con el otro. Ese es el camino que elegimos nosotros”, reflexiona Areces.

Más que regalos, si se piensa con la cabeza en frío, a nuestros niños lo mejor será regalarles momentos y tiempo junto a ellos. Quién dice que quizás este Día del Niño no sea una oportunidad para empezar a compartir una experiencia nueva juntos, bebés y papás, sumergidos en el agua.

Periodista: Malva Marani
Fotografía: Fabricio Di Dio


A Puro Pulmón: Morelli debuta en los Juegos Universitarios en Taipei representando a la Argentina

El deportista de Unión se estrenará en el certamen en Taipei en la prueba de los 100 metros pecho, consolidando su segunda participación en unos Juegos Olímpicos Universitarios. “Tengo muchas expectativas: está todo dado para que uno pueda dar lo mejor y eso me motiva mucho”, reconoce el atleta de 22 años.

“Si no hubiera sido por la natación, creo que nunca habría viajado a Corea del Sur. Fue la vez que más lejos estuve del país. La natación te permite cosas como las que vivo hoy: que un chico de 22 años como yo pueda viajar al otro lado del mundo a competir”, celebra, justamente desde Taipei, Taiwán, el nadador Gabriel Morelli. El santafesino llegó a la isla asiática el martes, junto a la delegación argentina de natación, y en la noche del sábado 19 en nuestro país –será la mañana del domingo en Taipei- tendrá su debut en la 29ª edición de las Universíadas de Verano que se celebran allí.

El representante del club Unión de Santa Fe competirá en las tres modalidades que ofrece el estilo pecho: 50, 100 y 200 metros. El estreno, este domingo por la mañana en Taiwán (sábado a la noche en Argentina), será en los 100. Y si bien el santafesino es uno de los argentinos más destacados en la prueba de los 200 metros pecho –en la que ostenta, en pileta corta, el récord absoluto desde 2016-, lo cierto es que su preparación y el contexto del torneo lo entusiasman con cada una de sus presentaciones. “Llego a estas Universíadas muy bien preparado para los 200, pero además me siento con más velocidad que en torneos anteriores. En el Argentino de Santiago del Estero, además, me fue muy bien tanto en los 50 como en los 100… Uno tiene muchas expectativas en un torneo como este: está todo dado para que uno pueda dar lo mejor y eso motiva mucho”, destaca Morelli, en diálogo con el Hall de Honor de la Natación Argentina, que instituyó el Premio Heracles hace ocho años para reconocer, difundir y promover a aquellos nadadores que han establecido nuevos récords nacionales.

Para el discípulo de Adrián Tur se trata de sus segundos Juegos Olímpicos Universitarios, luego de su participación en Gwangju 2015, aquella experiencia inolvidable para él en Corea del Sur. Competir en una Universíada –explica el nadador- es casi como estar en una Olimpíada: “La metodología de competencia es la misma y, además, los atletas tenemos aquí también una Villa Olímpica, compartimos las comidas en el comedor y competimos en estadios nuevos y llenos”.

Cuando Morelli debute este sábado a las 22 –hora de nuestro país-, será improbable que no recuerde, en algún momento, sus estudios de Kinesiología. De algún modo, gracias a la cursada que hoy lo tiene en el segundo año de la carrera, en el Instituto Universitario del Gran Rosario, es que también el santafesino llegó a Taipei. “Siempre tuve mi carrera definida: en un futuro me veo como kinesiólogo. Es una profesión, además, que me sirve aprender para mi práctica deportiva: si tenés algún dolor, conocés más el cuerpo y sabés cómo manejarlo mejor, a dónde acudir o qué técnica convendría aplicar”, reflexiona.

La judoca argentina Paula Pareto combinó estudio y deporte de alto rendimiento y se lució en los dos: se recibió de médica y llegó a la meca deportiva, al conquistar el oro olímpico en los Juegos de Río de Janeiro 2016. Morelli celebra que estas Universíadas refuercen la idea de que es posible combinar ambos mundos: “Paula es el claro ejemplo de que se puede y sólo hay que tener dedicación, concentración y valores. Creo que está buenísimo que hoy se demuestre que es posible llevar las dos cosas de la mano: la educación y el deporte. Aunque uno pueda atrasarse en la facultad, cuando termines tu carrera deportiva tendrás una profesión y la posibilidad de un trabajo estable y no te encontrarás, con 30 años, sin un título y sin saber qué hacer. Creo que ese es el principal mensaje de estos Juegos Universitarios: demostrarnos que se puede estudiar y seguir cada uno con su deporte”.


El nadador marplatense Guido Buscaglia debuta este sábado en las Universíadas

El representante del club Once Unidos se estrena con la prueba de los 50 metros mariposa en el certamen que reúne deportistas estudiantes y se disputa en Taipei. “Después de los Juegos Olímpicos, es el evento deportivo de mayor infraestructura. Estaba ansioso por conocerlo y no quise ver nada antes de viajar: quería llegar y sorprenderme”, cuenta.

“La natación es lo que amo, pero la verdad es que el estudio me sirve para despejarme un poco también”, cuenta el nadador marplatense Guido Buscaglia, que cursa el segundo año de la carrera de Contador Público en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Su vocación, que va descubriendo mientras suma finales, se despertó en el secundario, donde siempre disfrutó de la materia Contabilidad. Lo que nunca imaginó, quizás, en esos momentos en los que la proximidad con algún examen lo obligaba a sentarse a estudiar, cansado después de una jornada de entrenamiento, es que haber apostado por seguir formándose le permitiría crecer, también, en el deporte que lo apasiona. Una muestra de eso la tendrá este sábado 19, cuando debute en los Juegos Olímpicos Universitarios que se desarrollan en Taipei, Taiwán, y que reúnen a deportistas de alto rendimiento de todo el mundo que cursan carreras universitarias. Si bien cuando se estrene en los 50 metros mariposa será domingo por la mañana en tierras taiwanesas, dadas las 11 horas de diferencia con el reloj de este lado del mundo, en nuestro país estará anocheciendo el sábado.

“Llego muy bien y entrenándome muy fuerte. Mi objetivo es bajar mis récords y meterme en una semifinal. Y si bien mis principales expectativas están en los 50 metros libres, porque es mi mejor prueba, también las tengo en los 100 metros libres y en los 50 metros mariposa, en los que vengo sintiéndome muy rápido. Va a ser fundamental, de cualquier modo, la adaptación al cambio de horario y la recuperación después de casi dos días de viaje”, explica Buscaglia, que llegó a Taipei este martes junto a la delegación argentina de natación, que también integran María Belén Díaz, Olivia Kuchen Carrizo, Florencia Panzini, Fiamma Peroni, Nicolás Deferrari, Gabriel Morelli y Joaquín Serra. Su debut en el torneo será este domingo por la mañana de Taiwán –sábado por la noche en nuestro país-, en los 50 metros mariposa, prueba en la que se consagró campeón en el Argentino de Santiago del Estero. El viernes 25, por su parte, será el turno de competir en los 50 metros libres, su especialidad. El marplatense es el nadador argentino que más pruebas disputará en Taipei, ya que a las anteriores se suma también su participación en los 50 metros espalda (martes 22), los 100 metros libres (miércoles 23) y los 100 metros mariposa (jueves 24).

Para el representante de Once Unidos de Mar del Plata, será la primera vez en las Universíadas, que en este certamen celebran su 29ª edición. “Después de los Juegos Olímpicos, es el certamen deportivo de mayor infraestructura. Estaba ansioso por conocer lo que habían preparado para el torneo y, de hecho, no quise ver nada antes de viajar. Quería llegar y sorprenderme. El nivel de competencia, además, es muy bueno: un récord de campeonato aquí es, prácticamente, una marca de medalla olímpica”, se entusiasma el discípulo de Federico Diez Andersen.

Su entusiasmo, de cualquier modo, va aún más allá de la atractiva experiencia que vivirá en Taipei. Para Buscaglia, implica la vuelta a su gran nivel luego de una lesión en la cervical que lo tuvo sin competir casi por un año. Antes de lesionarse, en abril del año pasado, el marplatense fue parte del equipo nacional de relevos (junto a María Belén Díaz, Andrea Berrino y Lautaro Rodríguez) que cristalizó el récord argentino absoluto en los 4×100 metros libres mixto en el Sudamericano de Asunción, en Paraguay. Aquella plusmarca le valió el ingreso en el Hall de Honor de la Natación Argentina y el reconocimiento con el Premio Heracles, galardón que recompensa los récords establecidos durante el año precedente según registros oficiales de la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos. En mayo de este año, cuando recibió el reconocimiento, Buscaglia hacía dos meses que entrenaba sin dolor. Había vuelto a nadar en enero, después de la lesión, pero con suavidad y cuidado.

Lo que no faltará en el debut de Buscaglia este sábado, después de tanto esfuerzo y dedicación, será una sonrisa reconfortante, clásica enseñanza que dejan el deporte y el estudio. Y acá, en Taipei, Guido celebra los dos.


Serra va por su tercer Juego Olímpico Universitario

El nadador santafesino Joaquín Serra está listo para competir en una nueva edición de las Universiadas en Taipei, Taiwán, que comienzan este sábado 19 con la ceremonia inaugural. “Siento que estoy más fuerte en los 50 metros pecho, pero voy a dar batalla en mis dos pruebas por igual”, asegura el atleta de 22 años.

Este sábado 19 de agosto comienzan oficialmente los Juegos Olímpicos Universitarios en Taipei, Taiwán, con la ceremonia de apertura, y los argentinos tendrán que desdoblarse y madrugar si quieren seguir a los atletas nacionales que representan al país del otro lado del mundo, a casi medio día de diferencia horaria. Entre ellos, está la delegación de los ocho nadadores que competirá en las Universiadas. Y, dentro de ellos, el santafesino Joaquín Serra, quien tiene la peculiaridad de que, una vez que compita en este certamen, se habrá convertido en el argentino que más veces participó. Su récord será, entonces, de tres ediciones de estos Juegos Olímpicos que reúnen a estudiantes universitarios y deportistas de alto rendimiento (la condición es ser ambos a la vez) de todo el mundo. Serra lleva en su haber, aun con sus jóvenes 22 años, las experiencias de haber competido en Kazán 2013 (Rusia) y Gwangju 2015 (Corea del Sur).

“Anímica y físicamente me siento excelente, estoy muy bien y muy fuerte para esta competencia. Terminé el trabajo antes de viajar sintiéndome cada vez más rápido en la pileta y eso es muy positivo”, explica el representante de Gimnasia y Esgrima, en la previa de su participación en Taipei. Uno de los rasgos que caracteriza a este certamen –el segundo en el mundo del deporte con más infraestructura, después de los Juegos Olímpicos- es la intención de unir deporte y educación. “Creo que es un buen mensaje el conjugar ambas cosas en un torneo como éste. Desde 2013, muchos nadadores argentinos se empezaron a inscribir en carreras universitarias para poder vivir estas experiencias y amigos de otros deportes me han dicho lo mismo. Y no hace falta llegar a estos Juegos Olímpicos, ya que también hay torneos universitarios provinciales, regionales y sudamericanos… En lo personal, yo estoy muy metido con la natación, pero se puede hacer las dos cosas: lo fundamental es la organización y el ser disciplinado. Yo sé que, cuando no estoy entrenando, mis tiempos libres son para descansar o dedicarle a la facultad. El día de mañana sé que quizás no pueda vivir de la natación, porque muy pocos pueden, así que tener un título universitario es muy importante”, reflexiona Serra.

La carrera que el discípulo de Raúl Strnad eligió para formarse es la Arquitectura. Comenzó a los 18 años y está cursando entre tercer y cuarto año. “Tendría que estar en quinto y recibirme el año que viene, pero por la natación sólo puedo meter tres materias por año, en vez de siete u ocho como hacen mis compañeros”, asegura. El deporte de alto rendimiento, sin embargo, le ha permitido viajar y conocer imponentes y exóticas ciudades a las que el resto de la clase, muchas veces, sólo accede por libros o Internet. “He viajado a Rusia, Corea del Sur, ahora Taipei, todos viajes muy difíciles de hacer en la realidad, ya que cuando uno tiene que ahorrar y elegir, suele optar por destinos de Europa. Pude conocer ciudades arquitectónicamente maravillosas, con grandes edificios y mucha historia”, disfruta Serra, agradecido, y sueña con quedarse unos días más después de la competencia para conocer la mítica Muralla China.

Su otra pasión, el agua, comenzará a desplegarla en estas Universiadas el domingo 20 de agosto, con su debut en los 100 metros pecho, y luego volverá a competir el jueves 24, en los 50 metros pecho. “Voy preparado para correr las dos y voy a dar batalla en ambas por igual, pero siento que estoy más fuerte en los 50, que es mi carrera –afirma-. Mi objetivo es meterme en la semifinal de esa prueba, sabiendo que para lograrlo debo bajar el récord argentino en pileta larga”. Serra tiene con qué soñar. El año pasado, el nacido en Santa Fe se adueñó del récord argentino absoluto en los 50 metros pecho, en pileta corta, con un tiempo de 27.46 conquistado en el Selectivo al Mundial de Windsor. Con esta plusmarca recibió este año el Premio Heracles de Natación, que le abrió las puertas del Hall de Honor de la Natación Argentina, que desde hace ocho años reconoce, premia, difunde y promueve a aquellos nadadores que han establecido nuevos récords nacionales. Y si bien aquella actuación ocurrió en su Santa Fe natal, la experiencia de Serra en estos Juegos Olímpicos Universitarios le sugiere respeto por este torneo pero también le garantiza cierta comodidad con el entorno. Quién dice que no termine siendo el combo perfecto para brillar en Taipei.

Conocé más sobre Joaquín Serra en la edición especial del ebook de los récords argentinos de natación:
https://www.halldehonor.org/e-book/